Viendo
mi análisis del tercer partido, entenderéis lo raro que se me hace estar
haciendo esta crónica. Ni pensaba hacer una del quinto partido, y mucho menos
con este resultado. Pero después del tercero algo cambio, y con ello, el rumbo
de la final.
De
lo que más me quejaba, la mala defensa del Barcelona, y la falta de adaptación
de Xavi Pascual, se tornaron en una defensa que ahogó al Madrid, y unos cambios
tácticos por parte del entrenador azulgrana, que no tuvieron respuesta por
parte de Laso.
El
quinto partido empezó con los equipos echando el resto. Carroll y Navarro de
inicio. Ni especulaciones ni lesiones iban a influir. El Barça en una caja y
uno con Carroll. Defensa que en ningún momento supo el Madrid atacar. En el
comienzo de las posesiones se obcecaban en buscar al escolta americano, que
bien defendido no conseguía recibir. Esto se traducía en posesiones apurando
los segundos, buscando a los pívots en posiciones desfavorables. Y es que la
defensa de los pívots del Barça crecía por momentos cuando solo se tenían que enfrentar
a su par, sin tener que preocuparse de bloqueos ni bases que les encaraban.