viernes, 9 de diciembre de 2011

Mercado loco

La noche previa a la apertura oficial del mercado en la NBA ha sido una locura. Una locura que no les ha dejado en buen lugar.

Todo comenzó, con lo que ya dije en su día. CP3 está en el mercado. Y parecía que los Lakers daban el paso definitivo para conseguir su fichaje. El trade implicaba a tres equipos. Lakers, New Orleans y Houston. Lakers recibía a CP3 y Okafor, Houston a Pau Gasol y New Orleans, a Odom, Luis Scola, Kevin Martin, Goran Dragic y una futura ronda del Draft.

El animador del mercado

Todo estaba hecho. Los medios informaban al minuto. El General Manager de New Orleans, Dell Demps, avisaba a los que se habían interesado por CP3, que se olvidasen, que ya estaba todo cerrado. Odom salía en ESPN, llorando por tener que salir de Lakers, y fuentes cercanas a Pau, comentaban que el español estaba devastado.

Tres horas analizando un trade, que cambiaba el panorama de la NBA. Tres horas. Porque eso es lo que tardó en salir el rumor de que se iba a paralizar. La NBA invalidaba el traspaso una hora más tarde.

Suena raro lo de que la liga invalide un traspaso, pero esto no es fútbol. Cualquier traspaso que se efectúe en la NBA, debe ser aprobado por la liga. Y en este caso, hay un factor a mayores. New Orleans, equipo que provoca este movimiento, es propiedad de la NBA. Como suena. En 2010, los dueños de todos los equipos, compraron la franquicia conjuntamente, para que el equipo no se fuera de New Orleans.

Y parece que han sido estos mismos dueños de todos los equipos, los que han presionado al comisionado David Stern, para que invalidara el acuerdo. El miedo a los nuevos Lakers estaba latente.

Recordemos, que una de las premisas del convenio firmado tras el final del lockout, es mantener la igualdad competitiva entre los equipos. No parecía normal, que el equipo que poseen conjuntamente los promotores de esa medida, provocara todo lo contrario, un equipo destacado, y con futuro.
Con la misma rapidez que surgió todo, se desvaneció. Pero no se va a olvidar. No es como si no hubiese pasado. Porque deja muchos damnificados.

Empezando por el propio Stern. Comisionado de la NBA, que en los últimos años, había dejado una buena imagen como dirigente de la liga, a la que reflotó como industria multimillonaria, pero que en el último año, ha visto como su legado se ha ido al traste.
El lockout, en el que no consiguió poner de acuerdo a las partes, y ahora esto, dejan muy tocada su imagen. Ha perdido todo su poder, y aunque después de la negociación del convenio, dijo que aguantaría dos años más, su mandato parece que toca a su fin. Lo irónico, es que se tenía que haber jubilado hace 4 años. La diferencia entre salir ovacionado, o por la puerta de atrás.

¿El fin de David Stern?


El segundo damnificado son los New Orleans Hornets. Habían conseguido un buen acuerdo. 4 buenos jugadores y una elección del draft. Perfecto para empezar un nuevo proyecto tras la pérdida de su jugador franquicia. ¿Pero que pasa ahora?
Pues ahora están atados de pies y manos. Porque va a ser complicado, que después de invalidar este acuerdo, se vea con buenos ojos el traspaso de CP3 a otro equipo. En EEUU, ya se especula con que el jugador, tiene casi imposible su salida este verano. Y para él, no es problema. El año que viene es agente libre. Pero New Orleans, ha pasado de tener un proyecto, a posiblemente perder el año que viene a su jugador franquicia, sin recibir nada a cambio.

Por último, otros dos grandes damnificados, Pau Gasol y Lamar Odom. Después de todo este jaleo, han quedado en una situación muy difícil. Sencillamente, se han querido desprender de ellos. Había rumores, pero esto ha sido la confirmación.

Este verano, ha cogido las riendas de la franquicia Jim Buss, hijo del propietario, sustituyendo a su hermana Jeanie. Ha sido el encargado de cerrar el acuerdo.

Los lakers también tienen nuevo técnico, Mike Brown que había aceptado el acuerdo, en términos deportivos.

Esto ya sería lo suficientemente grave, si no fuera porque hay más. Con estos cambios de dirigentes y entrenadores, es un secreto a voces, que quien hace y deshace a su antojo es Kobe Bryant, compañero de los dos despreciados. A nadie se le ocurre pensar que si Kobe hubiera estado en contra del traspaso, este hubiera tenido ningún futuro.

Negro futuro para el vestuario de los Lakers


Con estas premisas, tenemos a los dos jugadores, sabiendo que los directivos se quieren deshacer de sus salarios, su entrenador, prefiere a otros jugadores en puestos diferentes y su principal compañero, le da igual si se van. Complicado panorama.

Y hoy primer día que se tienen que presentar a entrenar.

Lamar Odom, ya ha dicho que no va a ir a entrenar, sabiendo que no le quieren. Gasol ha sido menos tajante, y no parece que vaya a faltar al entrenamiento. Pagaría por ver las caras del reencuentro.

Lo más grave, es que en estos momentos, hay dos opciones. Una, es seguir en el equipo, aguantar el desplante y seguir como profesionales. La segunda es cambiar de aires, pero esto se está complicando. Por salarios y calidad, no son fáciles de intercambiar. CP3 ya queda descartado, y la otra opción, Howard, ya ha dicho que quiere ir a los Nets. Quiere ser la estrella de su equipo, y no acompañar a otras. Pocas opciones quedan.

Un día loco en los despachos, y que ha convulsionado la NBA, tanto como si de verdad se hubiera realizado el trade. Veremos como acaba todo esto. Yo supongo que estallando a las primeras que vengan mal dadas.

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