martes, 12 de junio de 2012

Tercer partido


Es duro analizar el tercer partido de la final de la Liga Endesa. A pesar que ya dije en el anterior partido, que esto se asemeja más a la realidad actual de las dos plantillas, he de decir que escribo estas frases todavía desde un gran cabreo.

Primero quiero hablar del Madrid.

Ahora es mejor que el Barcelona, y lo más importante es que se han dado cuenta de ello. Está claro que el miedo con el que salían a jugar contra el Barça en temporadas anteriores, ha desaparecido y tornado en confianza.

Sin que sea un grandioso equipo le vale para superar al Barcelona. Corto en la rotación de base, con escoltas de rachas pero que siempre responden ante el eterno rival, Mirotic sin coger todo el peso en el equipo que debiera y con unos pívots que no destacan en absoluto. A cambio un claro estilo de juego, que a pesar que en otros momentos de la temporada se ha visto insuficiente, es perfecto para doblegar a un Barcelona que no tiene ni eso.



Lo normal es que ya hubieran ganado la final. 3-0 y para casa. Solo un triple increíble de Huertas da más vida a este suplicio azulgrana.

A pesar de sus fallos, Laso se la ha jugado con un estilo que no se veía últimamente por la capital, y le ha servido para llevarse Copa y muy posiblemente liga. Mucho más de a lo que se aspiraba en años anteriores. No me gusta su forma de dirigir, y le noto falto de ideas a la hora de tener que dar un giro a los partidos, pero está claro que le funciona.

Y enfrente está mi Barça. Y al hacerlo mío, aumenta enormemente la vergüenza y el enfado que me produce ver en lo que se ha convertido.

La definición más acorde en estos momentos es la de un equipo que no juega a nada. Sencillamente a nada.

Uno de los libros de jugadas más extensos de la liga. Juego muy táctico y ordenado. Este es el ataque del Barcelona. Pero excesivamente apoyado en la figura de Navarro. Y es que sin este, el libro de jugadas se reduce en un 80%. Lo que hace que tengan que entregar el equipo a jugadores que solo están acostumbrados a funcionar en un bajo número de ocasiones. Y encima deben ser protagonistas, no simplemente complementar lo que se ha hecho en las anteriores jugadas. En este escenario, solo Lorbek y Mickeal han demostrado ser capaces de dar lo que el equipo necesita.



Se ha demostrado la falta de adaptación de Xavi Pascual, que no ha sabido qué hacer con un equipo que no es tan malo como lo demostrado ayer, pero que cuando han llegado los partidos más importantes de la temporada, no ha dado la talla.

Ni siquiera la defensa, algo que ha representado al Barça en las últimas temporadas, ha funcionado correctamente.

Ayer se vio que en el momento que las cosas se tuercen, no hay margen de mejora. Es lo que hay, no esperes más. Y a lo largo de la eliminatoria, se ha demostrado que la adaptación táctica de este equipo es inexistente, y eso si es claramente culpa del entrenador. No resolver el problema en defensa, no ver los desajustes de los marcajes y aprovecharlos, y no ser capaz de preparar jugadas o sistemas que facilitaran el ataque más allá de Navarro, demuestra que este equipo le queda grande a Pascual.

Ver a Lorbek recibir en 6 metros para empezar a postear, o a Mickeal empezando todos los ataques desde parado, sin otra opción que el uno para uno sin ventaja, te hace pensar en lo poco preparado que está el equipo.



A parte, está el hecho de no saber sacar más a sus jugadores. Lo férreo del sistema no ayuda precisamente a Huertas, como ya perjudico a Ricky Rubio en su día. Esto y las pocas dotes ofensivas de Sada, provoca que se le de la dirección a Eidson. Éste no solo no lo hace bien, si no que le perjudica psicológicamente a la hora de realizar sus verdaderas funciones. Sus prestaciones han ido descendiendo según avanzábamos en la temporada.

Y por último el juego entre pívots. Ndong, Vázquez, Lorbek. Suficiente para dominar cualquier partido. Pero cada uno iba por su cuenta. En toda la eliminatoria contra el Madrid, me gustaría saber cuantos pases entre pívots ha habido. Con jugadores que pueden jugar por fuera y por dentro como Lorbek, y otros dominadores de la pintura como Ndong, mucho del juego debiera pasar por ellos, y solo reciben en carrera tras pick and roll.

Lo malo es que no tiene pinta de arreglarse ya en esta eliminatoria, y lo que es peor, la temporada que viene no se avecina como la más propicia para solucionarlo. Navarro y Mickeal más viejos, la marcha de Lorbek, terminan contrato Sada y Vázquez… El horizonte pinta negro. No sé si ni siquiera Creus puede solucionar esto. Todo tiene que empezar con una pregunta. ¿Seguirá Pascual dirigiendo el equipo?






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